8 de enero de 2007

Encuentro con un sueño perdido


La nostalgia del amor camina por mis venas y tiñe de azul mi sangre,
el latir muerto golpea, el sendero de la bondad se revela ante mis ojos,
la sutileza del existir saborea sonrisas en mis labios,
luz y oscuridad contrapuestas en el mismo rostro, en el mismo caminar.

Mi corazón es el de un vampiro que se desborda con el roce de aquel amor mudo,
un sentimiento que solo tu silencio comprende entre nuestros pasos calmados y serenos,
sensaciones que inspiran miradas sinceras al y la luna,
un despertar que me eleva en sueños.

Dispuesto a ser inmortal para como un caballero ver el umbral ante mis ojos,
y para con sutiles golpes llamar a las puertas de tu alma maravillándome en ella,
teñir mi cuerpo de ese azul de pétalos de rosas que en ella con tanto esmero cultivas,
tocar para ti la sinfonía de latidos que solo un corazón reciñen nacido puede interpretar una vez en la vida.

Encontrarme y encantar las nubes transparentes de tu espíritu,
aquellos jardines perfectos que se extienden por toda esta faz,
que cubre cada rincón volviéndolo hermoso y puro,
mis ojos no pueden contener tanta hermosura en su mirada.

Sería un placer poder morir aquí, en tu alma,
buscar entre estos parajes rosas blancas y teñirlas de un suave rojo,
transformando la muerte en vida y dejar un recuerdo hermoso,
las rosas rojas sin espinas en el jardín donde jamás nadie podría cortar siquiera una.

Si los ángeles conocieran un lugar como este entonces dejarían el cielo,
pecarían y cortarían sus alas para convertir esto en un edén,
el edén de los caídos,
la Atlántida perdida de este universo espiritual.

Aquí las lágrimas hacen florecer ilusiones que se convierten en sonrisas,
mostrando futuros y sueños desbordantes y magníficos

Las leyendas jamás podrían a ver siquiera pensado en un lugar como este,
aquí nadie puede llegar, aquí solo la luna puede salir en las noches,
y el sol mostrarse apenas cálido en el día.

Tu alma es el mundo que en sueños han proyectado mis ojos,
el paraíso donde un demonio puede descansar en paz junto a un ángel,
escuchando como cada mañana su corazón late y no casualmente muerto,
simplemente late, entero y extraordinariamente vivo.

Tu alma,
mi edén, mi Atlántida perdida.

vampiroscuro
04/01/2007

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