11 de enero de 2006

El infierno blanco

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En mi infierno todo es de hielo,
todo esta congelado, inmóvil ante las horas,
no hay sol, la lluvia no cae,
el viento no corre,
todo es una fotografía quieta, perdida en el tiempo y el espacio,
perdida en mi mente, en mis sueños,
oculto incluso para mi.

Aquí las tonadas son mudas,
pequeños destellos de esperanza,
vestigios inmundos que la tierra traga para sí,
ni siquiera la basura es digna de ver este lugar,
el mundo de los sueños perdido,
la tumba perfecta para un futuro inexistente como el mío.

En este lugar mis ojos son ciegos,
mi voz es muda y mis oídos sordos,
ojos ciegos como el sol de medianoche,
voz muda como el llanto de los peces bajo el agua,
oídos sordos como el llanto de mi alma.

El infierno blanco domina mi existencia,
y no tengo armas para enfrentarlo,
tampoco tengo voluntad,
he encaminado mil y una búsqueda para poder llegar hasta él,
todas en vano,
cada una más dolorosa que la anterior.

Ya todo a quedado frío en mi cuerpo,
la hora de abrir la última puerta a llegado,
el momento de ver que esconde mi existencia,
el paso que me hará quedar en aquella fotografía congelado,
en el infierno...
el cielo esta solo reservado a los ángeles,
¿el infierno blanco?,
a los hombres con el corazón destrozado.

Aquellos sin el perdón otorgado,
mis ojos en esta imagen sin luz y oscuridad se maravillan al ver,
al observar cada pluma del cielo caer,
las alas de un hombre por el amor rotas,
el alma de un hombre por el dolor quebrada,
el alma de un hombre por el infierno blanco por siempre congelada.

vampiroscuro