El hombre sin alas y el ángel sin cuerpo
The Killers – When You Where Young
Me siento estúpido escribiendo esto, me siento casi desesperado y es extraño, pero no pienso alguien me entienda realmente.
Y es que díganme, acaso: ¿ustedes me creerían si les digo que un ángel me visito cuando escuché por primera vez este tema? Pues yo, aún no lo puedo creer realmente.
La soledad de esa casa, de esa habitación, el hogar bien cuidado pero abandonado, habitado solo por un cuerpo sonámbulo capaz de crear lágrimas, un dedo sobre el ratón y la otra mano sobre el teclado, la mente concentrada y el alma acurrucada sobre si misma en un rincón frío, más frío que el resto del cuarto.
Pero entonces todo se detuvo, todo se calmo, todo se congeló por cuatro minutos con treinta segundos, todo. Entonces la mente ya no estuvo concentrada y sintió por primera vez aquello de lo cual tanto escapaba, sintió la soledad de aquellas paredes muertas.
Mi alma volvió para pedir perdón por huir de forma tan cobarde, sin embargo la conciencia tenía nudos que la ahogaban una y otra vez al intentar decir algo. Todo un ser desparramado ahora junto después de tanto tiempo, incluso el miedo volvió en los brazos de la valentía, que creía, jamás había tenido realmente.
Tenía miedo de mirar, tenía miedo de que aquello que había caído sobre mis dedos fuese real, una pluma ¡una pluma de ángel!
Me di vuelta, con miedo, temía que realmente no estuviera pero allí estaba, hermosa, desnuda ante mis ojos, delicada, inocente, complaciente y alocadamente mía.
Me miro, estudio cada parte de mi rostro, saboreo con sus labios la piel de mis dedos sin quitar su mirada de la mía, se contuvo y dijo: “sí… eres tu”.
Intenté pensar al respecto de tan decidora frase, intente razonar el significado, pero todo duró solo un minuto, una fracción, mentira, todo duró menos de un segundo, solo duró el tiempo que sus labios tardaron en consumar su viaje en dirección a los míos.
Esa tibieza, ese calor, ese roce, esa maldita dulzura, esa dolorosa entrega. Antes de cerrar los ojos solo observe una lágrima que caía desde sus mejillas hasta la mía y es que no pude evitar perderme en la sensación del roce, sus senos desnudando mi alma, sus manos contrayendo la existencia a un solo instante, el universo entero volviéndose nada.
Una explosión de emociones llamada ¿amor?; una explosión de irracionalidad para despertar de un sueño macabro; una última cincelada para quedar atrapado.
Abrí los ojos y entonces ya no estaba, abrí los ojos y la canción ya llegaba a su fin, abrí los ojos y entonces no pude moverme jamás nunca otra vez.
Abrí los ojos y entonces me encontré aquí atrapado, pegado y bordeado por pintura. A lo lejos observe un cincel y un billete verde signo de mi canje. Quise cerrar entonces los ojos pero no pude, estaba y aún estoy aquí atrapado, intentando escapar y encontrar el motivo del porque, antes el tiempo me falto para entender y es hoy cuando me sobra. Recito una y otra vez esta historia en mi mente buscando a alguien que la escuché, una y otra vez intentando despertar de un grito de tan horrible sueño.
En algunas casas me han llamado un cuadro maldito, en otras el ángel sin alas, en otras casas dicen que mi vida se la llevo un ángel que atrapo mi alma en una pintura, algunas damas dicen que mis manos aún la buscan y otros dicen que mis labios aún la esperan.
¿La verdad? La verdad es que yo una tarde de invierno mientras la lluvia limpiaba los tejados y sanaba una vieja tristeza presione un botón sobre el teclado, puse “play” y entonces, yo, a quien han llamado: “La pintura del hombre sin alas y el ángel sin cuerpo” ¡vi un ángel de verdad! vi un ángel y me enamore de él, ví un ángel y aún cuando e recorrido el mundo entero, todavía no la encuentro.
Y es que díganme, acaso: ¿ustedes me creerían si les digo que un ángel me visito cuando escuché por primera vez este tema? Pues yo, aún no lo puedo creer realmente.
La soledad de esa casa, de esa habitación, el hogar bien cuidado pero abandonado, habitado solo por un cuerpo sonámbulo capaz de crear lágrimas, un dedo sobre el ratón y la otra mano sobre el teclado, la mente concentrada y el alma acurrucada sobre si misma en un rincón frío, más frío que el resto del cuarto.
Pero entonces todo se detuvo, todo se calmo, todo se congeló por cuatro minutos con treinta segundos, todo. Entonces la mente ya no estuvo concentrada y sintió por primera vez aquello de lo cual tanto escapaba, sintió la soledad de aquellas paredes muertas.
Mi alma volvió para pedir perdón por huir de forma tan cobarde, sin embargo la conciencia tenía nudos que la ahogaban una y otra vez al intentar decir algo. Todo un ser desparramado ahora junto después de tanto tiempo, incluso el miedo volvió en los brazos de la valentía, que creía, jamás había tenido realmente.
Tenía miedo de mirar, tenía miedo de que aquello que había caído sobre mis dedos fuese real, una pluma ¡una pluma de ángel!
Me di vuelta, con miedo, temía que realmente no estuviera pero allí estaba, hermosa, desnuda ante mis ojos, delicada, inocente, complaciente y alocadamente mía.
Me miro, estudio cada parte de mi rostro, saboreo con sus labios la piel de mis dedos sin quitar su mirada de la mía, se contuvo y dijo: “sí… eres tu”.
Intenté pensar al respecto de tan decidora frase, intente razonar el significado, pero todo duró solo un minuto, una fracción, mentira, todo duró menos de un segundo, solo duró el tiempo que sus labios tardaron en consumar su viaje en dirección a los míos.
Esa tibieza, ese calor, ese roce, esa maldita dulzura, esa dolorosa entrega. Antes de cerrar los ojos solo observe una lágrima que caía desde sus mejillas hasta la mía y es que no pude evitar perderme en la sensación del roce, sus senos desnudando mi alma, sus manos contrayendo la existencia a un solo instante, el universo entero volviéndose nada.
Una explosión de emociones llamada ¿amor?; una explosión de irracionalidad para despertar de un sueño macabro; una última cincelada para quedar atrapado.
Abrí los ojos y entonces ya no estaba, abrí los ojos y la canción ya llegaba a su fin, abrí los ojos y entonces no pude moverme jamás nunca otra vez.
Abrí los ojos y entonces me encontré aquí atrapado, pegado y bordeado por pintura. A lo lejos observe un cincel y un billete verde signo de mi canje. Quise cerrar entonces los ojos pero no pude, estaba y aún estoy aquí atrapado, intentando escapar y encontrar el motivo del porque, antes el tiempo me falto para entender y es hoy cuando me sobra. Recito una y otra vez esta historia en mi mente buscando a alguien que la escuché, una y otra vez intentando despertar de un grito de tan horrible sueño.
En algunas casas me han llamado un cuadro maldito, en otras el ángel sin alas, en otras casas dicen que mi vida se la llevo un ángel que atrapo mi alma en una pintura, algunas damas dicen que mis manos aún la buscan y otros dicen que mis labios aún la esperan.
¿La verdad? La verdad es que yo una tarde de invierno mientras la lluvia limpiaba los tejados y sanaba una vieja tristeza presione un botón sobre el teclado, puse “play” y entonces, yo, a quien han llamado: “La pintura del hombre sin alas y el ángel sin cuerpo” ¡vi un ángel de verdad! vi un ángel y me enamore de él, ví un ángel y aún cuando e recorrido el mundo entero, todavía no la encuentro.
El titulo fue cambiado, es difícil realmente titular un “cuento” con el nombre de un grupo y tema de alguien más, sin embargo no puedo dejar de ponerlo y es que un día de invierno, yo, realmente vi posar un ángel ante mis ojos mientras la canción sonaba y penetraba mis oídos hasta perderse en mi alma, yo lo vi y aunque no lo crea realmente real, su recuerdo sigue vivo en lo más profundo de mi memoria.
Vampiroscuro
14/04/2008
23:00 hrs.
Procedencia de la imagen: google, no pude resistirme a ella.
