14 de enero de 2008

Un segundo y medio.

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En un accidente observe pasar mis
sentimientos en un inconsumable segundo,
el aire se estanco y la densidad dio paso
a qué el alma revelara todos sus secretos.

Las runas del corazón entonces
fueron susurradas por diabólicos monjes indios,
la lengua del amor entonces retumbo fuerte allí adentro
donde los bosques se quemaban en tabaco y los ríos se contaminaban en alcohol.

Un cuarto de segundo transcurrió en el caos
llenando el corto lapso con vomito envuelto en sangre,
la espuma del odio y la amargura salieron despojados
danzando en una ronda diabólica y despreocupada.

El próximo cuarto transcurrió con la mirada perdida
entre la nada de pensamientos abstractos y la
desconformidad de simplemente saber la verdad,
las lágrimas atacaban en secreto y no habían sonrisas qué las detuvieran.

Así se completo medio segundo,
las lágrimas profanaron mi tumba y me despertaron,
no sabia porque frente a mis ojos yacía mi corazón roto
así cómo tampoco porque latía entre punzadas desgarradoras.

El segundo donde todo pasa estaba pronto ha acabar
y mis ojos brillaban allí quietos e inocentes
mientras qué el viento sacudía mi alma moviéndola
cómo si fuese un volantín cortado por desesperadas manos.

El segundo termino descomunal
y no hubieron ángeles ni demonios,
solo estuve yo, mis sentimientos y
los cristales rotos del amor incrustados por todo mi cuerpo.

Un grito desesperado para combatir las lágrimas,
llantos secos para poder gritar libre de toda culpa,
amor regado por todo mi cuerpo para saber qué todo fue un error,
arrepentimiento y perdón para poder volver a sus brazos.

En un segundo de mi vida un accidente me mato,
desperté y entonces en la oscuridad busque su rostro tibio,
solo encontré la oscuridad de un castillo cubierto de rosas muertas
y la soledad de un silencio qué pronunciaba su nombre.

Y en medio segundo…
me levante, abrí las puerta ( aún siendo las lágrimas el único falso consuelo)
para ir en busca de la sonrisa qué me trajo de vuelta a la vida,
me encamino hacia la única alquimista qué puede armar y recomponer
los fragmentos del amor roto,
voy a sentenciar para siempre lo qué queda en pie de mi alma.

Vampiroscuro…
14/02/08

“voy en busca del amor qué enloquece mi alma, voy en busca de las sonrisa qué puede despertar y traer de vuelta la mía, voy en busca de la verdad y de lo real. Hoy, voy en busca de aquello qué todos llaman felices y tristes: amor. Voy por ti, la mujer qué se robo mi alma”