10 de noviembre de 2007

Llanto en la tormenta

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Las preguntas se abalanzan como una tormenta muerta
que se impone ante el mundo y su verdad,
demacrando a los vivos y hundiendo aún más a los muertos,
poderosa pero incapaz de ser real.

Y las respuestas se vuelven prófugas,
fantasmas que desaparecen tras la carne de mi mente,
siluetas inspiradas por el miedo y las lágrimas,
inquietas y meras formas que me dejan sin nada entre las manos.

Las mañanas no ayudan con sus nubes caóticas en lo alto del cielo
mas el mediodía es una tonta esperanza que nos recuerda el hambre,
la hora del té aquí no existe
y la promesa de una buena cena nos permite llegar a la noche.

Mis pies se han teñido con la sangre ajena,
los huesos de mi cuerpo se han marchado dejándome colgado de un clavo,
se han plantando frente a mí y comenzado ha bailar,
si tan solo Romeo y Julieta me vieran:
“Cabalgando sobre la ropa que dejo su cuerpo,
ahogándome entre las prendas que aún conservan su olor,
si tan solo supiera nadar, entonces…
entonces nadaría a través de su sangre,
danzaría en lo profundo de aquella sustancia que la vio crecer
y finalmente llegaría y la acariciaría,
su piel inerte como mi cuerpo aquí colgado,
sus labios muertos como la sonrisa que reposa sobre el llanto,
su mano pálida como la mirada que ahora sufre buscando un lugar para escapar”.

Pero estoy aquí colgado y mis huesos no cesan de bailar
la danza de los que ya no tienen salvación,
marcando en cada paso mi tonta realidad,
sosteniendo entre sus flacos dedos mi vacía cabeza,
secando un dolor que no existe,
implantando frente a mis ojos la sonrisa nefasta de un payaso triste,
desplomando en cada movimiento una parte de mi,
deshaciéndose lentamente,
dejándome sin escapatoria.

Soy un prisionero atrapado por la tormenta,
un inocente niño que escapa de los fantasmas,
soy Romeo que observa sin consuelo a Julieta,
un despojo que mira sin entender porque yace allí ella muerta,
porque estoy aquí también yo muriendo,
un adorno del momento,
una maldita victima de la circunstancia.


vampiroscuro